Algunos
políticos y funcionarios no hacen otra cosa que trabajar para el secesionismo.
Y no
hacen otra cosa que cobrar por ese trabajo. Y no cobran mal, oiga. Están
personal y directamente interesados en el tema. Porque viven de eso. Y no viven
mal, oiga.
Además,
llevan muchos años sin hacer otra cosa. Lo que demuestra que los ciudadanos de
a pie que les sufrimos y pagamos no los necesitamos para nada. Ni a ellos, ni
las áreas en que prestan sus servicios. Ni por supuesto la institución o el
partido en el que están adscritos.
No
sirven para nada. Son la prueba más palpable de su inutilidad, y de la
inutilidad de su institución o su partido. Llevan así muchos años y no han
hecho nada. Nuestra vida no ha mejorado ni un ápice. Podemos vivir perfectamente
sin ellos. La Cataluña real y la oficial no tienen nada que ver.
Algún día, si no son conscientes ya, se darán cuenta de que sabemos que no les
necesitamos para nada.
Como
dice el tango: «Cambalache problemático y febril... El que no llora no mama y
el que no afana es un gil». Basta ver a todos los indepes que aprovechan el momio del dinero público.
J. Santos
